Los grillos están emparentados con las langostas (saltamontes). Sus patas están adaptadas al salto, sin embargo saltan menos que los saltamontes, lo que los hace más torpes. A cambio, corren por el suelo con rapidez. Excavan una madriguera en el suelo, que consiste en una galería de más de medio metro, y que termina en una habitación esférica. La entrada a su madriguera la mantienen limpia en una gran extensión, ya que la utilizan para zona de canto y así atraer a las hembras (sólo los machos cantan). Para producir el sonido tan peculiar de estos insectos, levantan ligeramente sus alas y las frotan una contra la otra. Las hembras son capaces de captar este sonido gracias a que, como la mayoría de los ortópteros, poseen órganos timpánicos. Su régimen alimenticio es omnívoro: comen tanto hojas y tallos como insectos.
Las hembras se diferencian de los machos, en el caso del grillo común (Acheta domesticus) porque son de color más oscuro, sus alas son lisas y poseen un apéndice (el ovipositor) en el extremo del abdomen que le permite poner sus huevos bajo tierra introduciendo éste mientras efectúa la puesta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario